lunes, 3 de noviembre de 2008

Testimonio Seshin de Brisa


Recordando con distancia la sesshin parece que la vivencia se vuelve todavía alegre…me siento fortificada, me ha permitido entrar un poco en la fragilidad y en el agradecimiento y esto es motivo de gozo para mi. Tengo más impulso y más afirmación de mi existencia (de momento).
Tuve la impresión de no tener apenas tiempo personal y esto me ayuda a “olvidarme” de mis pensamientos. Apareció la falta de paciencia e intolerancia , es más fácil mirar el error en el otro para mi…el cambio es que el enganche ya no dura, sobre le experiencia, aparece una parte nueva de compresión, de autobservación y de soltar… Desde hace un tiempo observo que digo gracias sintiéndolo…no como un automatismo o formalismo.
Todos estos cambios me llevan a la vida, me conmueven y lejos de que me duelan, me dan alegría…
En la responsabilidad mi autoestima se asegura, me noto con más comodidad, parece que la habito…gracias Anik por darme la oportunidad, es un gran progreso para mi. El aplomo de ti, Nùria, me da seguridad, es un placer el poder compenetrarnos tan bien! Sin ti no sería posible como es…
El mantener el silencio resulta que no me parece tan fácil como yo me decía a mí misma. En la cocina hablo más de lo que podría, se me filtra querer aportar un ambiente cálido y amistoso a la atmósfera no severo…Todavía no sé transmitir calidez y amistad desde el silencio…o soy muy palo seco hiperconcentrada tensa o me voy al cachondeo… A revisar…
El realizarlo en la naturaleza, la meditación en el pajar con la sensación de frío que se transforma en caliente con la respiración, el fuego de las chimeneas como volviendo al origen, sintiéndome rodeada de un silencio propio del lugar es lo que me hizo entrar en mi, parecía que todo ello habitaba en mi cuerpo, todas las sensaciones reunidas.
Gassho sangha.
Brisa

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